18 de junio de 2008

 

EL INDIO SOLARI SILOISTA

Ya es la segunda vez en poco tiempo que el Indio Solari, fundador y lider de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, hace mencion a su militancia en el siloismo cuando era joven en la cuidad de La Plata.
En la edicion del mes de Junio de la revista Rolling Stone (edicion argentina) en la cual es nota de tapa, hace mencion a Silo. A continuacion cito textual:

- Tuviste militancia espiritual, tambien en esa epoca (decada del 70)
- Llegue a Silo en un momento en que lo unico que queria era poner bombas. No me interesaba prender fuego unas fuentes. Llegue un tiempo antes de eso que se llamo Voto Anulado Revolucionario en 1973...
Yo tenia una casa al pedo y venia todo tipo de gente, todos jovenes atraidos por cuestiones ligadas a la clandestinidad: habia desde cosas afanadas hasta lecturas de Gurdjieff o Ouspensky, y ademas experiencias vinculadas como las de Silo


Para aquellos que no lo conocen El Indio Solari es un musico, cantante que convoca multitudes desde hace decadas y de manera totalmente independiente. En Argentina se ha generado un culto alrededor de el, de personas que viajan miles de kilometros para asistir a sus conciertos.
En este link podran ver una de las pocas conferencias de prensa que realizo hace unos años
http://www.youtube.com/watch?v=ujkI3aTHRyo

 

ALGUNOS MOTIVOS PARA APOYAR AL GOBIERNO ARGENTINO

En estos 100 dias de protesta de los jerarcas del campo y de golpe mediatico contra el gobierno argentino, caben algunas consideraciones al respecto.
El origen del problema es la discusion sobre el porcentaje del cobro de impuesto que se retienen "retenciones" a la soja (producto que se exporta el 95%). En otros paises como Brasil por ejemplo, las discusiones sobre la gravacion de impuestos se hace a nivel tecnico y no pasa de alli.
Aqui son los medios de comunicacion que como nunca han estado en las rutas transmitiendo en vivo todo los cortes y hasta las asambleas que se realizaban.
Una cobertura altamente sospechosa si tenemos en cuenta que esos medios jamas hicieron lo mismo hace unos años atras cuando los que cortaban eran los piqueteros que pedian trabajo.

Uno de los argumentos más utilizados por los que defienden la postura de los productores rurales, es que el impuesto a la soja es confiscatorio, ya que con las nuevas retenciones, el Estado se quedaría con la mitad de la producción. Lo que no aclaran es que con la otra mitad que les queda siguen ganando mucha plata. Y no es que sea un problema ganar plata, el problema es que estamos en un país donde la riqueza se concentra cada vez más, y eso significa que lo mucho que ganan unos pocos va en desmedro de muchos. Y eso no es por culpa de ninguna persona en particular, sino por culpa de un sistema económico que funciona como un plano inclinado, cada vez más inclinado a favor de unos pocos.
Y cuando la riqueza se concentra en pocas manos, no solamente tenemos un problema de inequidad, sino que además no podemos pretender tener políticas tributarias más proporcionadas, sencillamente porque la capacidad contributiva no es proporcionada.
No podemos pedir tributos equilibrados si el sistema económico es confiscatorio (le confisca a la mayor parte de la población en beneficio de unos pocos).
¿Qué porcentaje de la población debiera poder pagar impuestos en la Argentina?: menos del 10 % de la población, sencillamente porque en Argentina el 90 % de la población gana menos de 2.200 pesos mensuales. Dicho de otro modo, entre los argentinos que ganan cero peso, hasta los que ganan 2.200, tenemos al 90 % de los argentinos. ¿A qué tasa entonces se debe gravar al 6 o 7 % de los habitantes que sí podrían pagar impuestos a la renta?, a tasas suficientemente altas como para poder con lo recaudado atender al presupuesto general de salud, educación, seguridad, etc,.del 100 % de la población, y además subsidiar a los más pobres.
Desde luego que dentro de ese escaso porcentaje de población, pero con una renta muy alta, no está solamente buena parte del sector agropecuario sino además parte del sector comercial, industrial y profesional. Pero en este momento las retenciones no cumplen solo con la función de recaudar impuestos, sino además con la función de poner un tope a los precios internos de los alimentos, que de otro modo aumentarían mucho más de lo que ya han aumentado, como de hecho pasa en todo el mundo.
Seguramente que si los Humanistas estuviéramos en el gobierno, intentaríamos hacer muchas más cosas, seguramente que trataríamos de cargar también sobre el sector financiero, comercial e industrial que tiene grandes ganancias, y no solamente trataríamos de recaudar más para redistribuir, sino para generar un fondo que a través de una Banca Estatal sin interés promueva el desarrollo productivo sustentable, con participación de los trabajadores en las ganancias, para que en el mediano plazo de proporcione más este plano inclinado de la economía. Y una vez proporcionada la economía y la distribución del ingreso, entonces sí que las tasas del impuesto a la renta podrán ser más proporcionadas (como piden ahora los defensores de los que se enriquecen).
Pero seguramente que en un principio, si los Humanistas estuviéramos en el poder, debiéramos gravar fuertemente a los sectores más beneficiados. ¿Y adivinen que pasaría?, se nos vendrían encima con todo su poder, porque no les gustaría que les metamos la mano en el bolsillo. Nos acusarían de imponer tributos confiscatorios, de perturbar la sagrada economía de mercado mediante una nefasta intervención estatal, y todo eso lo harían utilizando su poder económico y mediático. Y a través de su poder mediático seguramente convencerían y sumarían a muchos individualistas que saldrían con sus cacerolas de teflón, como lo hacen ahora.
Es por eso que en este punto en particular nos solidarizamos con el gobierno argentino, porque lo que se ha puesto en juego aquí es la potestad del Estado para legislar sobre tributos que tiendan hacia una distribución un poco mejor de la riqueza. Y no se lo han perdonado, y el Poder Económico ha salido con todo su arsenal; como lo hizo en Venezuela y en Bolivia.
Algunos argumentan que no solamente los ricos están protestando, y deducen de ello que ese solo hecho legitima la protesta. Pues en primer lugar aclaremos que en un país donde el 90 % de la población gana menos de $ 2.200, no hace falta ser un potentado para estar en la élite del 5 % que más gana; o sea hay muchos que creen que los que deben aportar son cualquiera menos ellos, y se equivocan. Pero además, seguramente que hay también gente que ha estado caceroleando sólo por “solidaridad con el campo”, aunque pertenezcan al medio pelo de nuestra economía; el problema es que si les preguntamos cuales son sus razones de fondo, ni ellos mismos lo saben. Defienden el bolsillo de los que más ganan, aunque ellos no lleguen a fin de mes, solo porque no les gusta como viste la presidenta, o porque no les gusta como habla su marido, o porque están cansados del desabastecimiento por los cortes de ruta (cortadas por los que ellos defienden).Semejantes contradicciones solamente pueden explicarse por la influencia de los medios de difusión, combinada con una escasa capacidad reflexiva de los influenciados. Y seguramente que esta gente que se suma a las protestas influenciada por los medios, no pretende un golpe de estado, como posiblemente tampoco lo quieran muchos de los que defienden sus ganancias mezquinamente. Pero están siendo funcionales a una arremetida política que busca la desestabilización para cambiar el gobierno, no necesariamente a través de levantamientos militares, sino a través del caos, para que la gente termine diciendo que prefiere a la derecha antes que al caos ( caos que la misma derecha creó), y entonces vendrán elecciones anticipadas para que la gente vote a Macri y a Carrió, porque la gente saben que si vota a la derecha, esta no se meterá con el poder económico, y “habrá paz”, una paz sin ninguna esperanza de justicia. Alguno podrá pensar que en vez de a Macri y Carrió podrían votar a los Humanistas; pero menos que nunca, porque en el fondo la gente habrá aprendido que no vale la pena votar a nadie que pretenda meterse con el poder económico, porque este tiene una gran capacidad de desestabilización, y puede derribar a cualquiera que se atreva a enfrentarlo.
En Argentina y en Latinoamérica está en juego un proceso de cambio, de cambio en las poblaciones que han decidido buscar alternativas, y si esas alternativas son derrotadas por el poder económico, pasará mucho tiempo antes de que vuelva la esperanza en las alternativas. No importa tanto a quien vota la gente cuando busca esas alternativas, porque nadie será perfecto desde el modelo humanista al que aspiramos. Lo que importa es mantener viva la llama de la esperanza de cambio en la gente para que se siga avanzando en lugar de retroceder.

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