Nicolás Filipic Massó

La nueva obra del documentalista brasilero Silvio Tendler es de una ambición pocas veces vista, un documental que intenta retratar los hechos político-sociales más destacados de la segunda mital del Siglo XX, desde las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki, hasta la última crisis financiera mundial de 2008.
Un filme que dialoga con la obra de los chilenos Patricio Guzmán y Raúl Ruiz, o con la del argentino Pino Solanas, quien aparece dando su testimonio y con tantos otros documentales polítcos-sociales que han intentado explicar y/o entender el siglo que pasó.
Con el relato del mismo director que tardó "solamente" 20 años en la realización y concreción de este proyecto, el cual confiesa se le tornó inacabable, la película comienza acompañando a un joven cineasta japonés que filma otra pieza sobre los sobrevivientes de las bombas atómicas, confensando su apuro porque en 5 años más ya no habrá ninguno de ellos vivo y las futuras generaciones tienen derecho a escuchar las voces de las víctimas de aquel genocidio. Paradójicamente en una obra tan colosal como pretende ser "Utopia e Barbarie" son los pequeños detalles, como éste, la que hacen que el film sea tan necesario.
Otro ejemplo de esto lo conforman las crudas imágenes de los campos de concentración nazis y los de Camboya, el testimonio de un general vietcong, las maravillosas y hasta graciosas imágenes de archivo del proceso de amnistía en Brasil, las fuertes imágenes del entierro de Pablo Neruda y el testimonio del fotógrafo carioca amigo del poeta chileno y los siempre interesantes aportes de Eduardo Galeano.
La mirada militante de Tendler, a veces enturbia un poco el relato, pero a su vez es esa característica la que genera uno de los momentos más tensos del filme, cuando el director se dá de bruces con el horror de la revolución china que confiesa haber apoyado desde joven(dónde está la imagen del militante delante del tanque de guerra?) o el genocidio producido por su admirado Pol-Pot.
Ante la caída del muro de Berlín y la Perestroika, Tendler retoma el hilo de sus sueños y los ubica en Seatlle y en todo el movimiento de organizaciones anti-globales que se dividen en tantas temáticas. Llama la atención que el cineasta, que viajó por tantos países para retratar los nuevos movimientos anti-globalización, no se haya deparado con el Foro de Porto Alegre que está tan cerca para el y del cual no hay una sola imagen.
Pero más allá de estos detalles, este es un documental que debería pasarse en los colegios, en las universidades y por qué no en organizaciones político-sociales y hasta en empresas.
En un momento el director va relatando acompañándose de fotos del paso de Sarte y Simone de Beauvoir por Brasil, de la reunión de ellos con el Che Guevara y menciona aquella sentencia del cineasta francés Godard que parece más que nunca la mejor definicón de principios que rige Utopía e Barbarie: "si una foto es una verdad revelada, un documental es una verdad revelada 24 veces por segundo."

Trailer "Utopía e Barbarie"